La base de un trastorno neurodegenerativo como el Parkinson o la ELA se encuentra en el mal comportamiento de las proteínas en el cerebro, plegándose erróneamente y acumulándose en las neuronas, infligiendo daño y produciendo la muerte celular.
Según comentó el primer autor Gaia Skibinski, la Nrf2 se probó en dos modelos de la enfermedad del Parkinson. Al activarla, no sólo encendió varios mecanismos de limpieza en la célula para eliminar las mutaciones que producen la enfermedad sino que incluso protegió a las células contra la patología.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, señala que los investigadores etiquetaron y rastrearon neuronas individuales durante un tiempo para monitorear sus niveles de proteína y su salud en general. Gracias a un microscopio robótico tomaron miles de imágenes de las células durante toda una semana, midiendo el desarrollo y la desaparición de cada una.
“Hemos probado Nrf2 en los modelos de la enfermedad de Huntington, Parkinson y ELA y es la cosa más protectora que hemos encontrado nunca. En base a la magnitud y la amplitud del efecto, realmente queremos entender mejor la NRf2 y su papel en la regulación de las proteínas”, comentó Finkbeiner, investigador principal en Gladstone.